Por: Delfina Cerrato
La acefalía del Partido Justicialista, desde la renuncia de Alberto Fernández, es un tema de preocupación en el partido peronista. Sumado a su falta de presidente, el peronismo se encuentra en una etapa de caos y desorden ante la amenazante y recientemente arrasadora aparición de un nuevo partido, La Libertad Avanza, y un nuevo personaje dentro del cuadro político: Javier Milei.
Acorde a lo que se venía rumoreando, el pasado lunes 7 de octubre, la expresidente, Cristina Fernández de Kirchner, expresó a través de las redes sociales su intención de presidir el PJ:
Quiero decirles que estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío de debatir en unidad porque si algo tengo claro también, es que acá no sobra nadie. Sin embargo, la unidad necesita dirección y proyecto para construir el mejor peronismo posible en una Argentina que se ha vuelto imposible para la mayoría de sus habitantes.
Además, en este comunicado, no se privó de condenar el accionar del gobierno actual. Haciendo mención al ajuste y a la forma de comunicarse “cada vez más agresiva, violenta y soez” del presidente y caracterizando al mismo como un “showman economista en la Rosada”, expresó lo siguiente:
La figura del Presidente de la Nación gritando y agraviando a diestra y siniestra, ha comenzado a generar un clima de violencia generalizada que atraviesa todas las capas de la comunidad. Todo ello con un telón de fondo donde el feroz programa de ajuste desestabiliza a una sociedad que sigue siendo golpeada con tarifas impagables y salarios que no alcanzan; mientras el Presidente, desde un mundo paralelo que solo existe en su imaginación, afirma que los salarios y las jubilaciones le ganaron a la inflación y que las tarifas son baratas.
Por otro lado, la expresidente expresó la urgente necesidad del peronismo de reorganizarse diciendo que “hay que enderezar lo que se torció y ordenar lo que se desordenó”. De esta manera, remarcó la necesidad de dialogar entre los miembros del partido para combatir la confusión y el vacío que hoy en día acechan al PJ.
Esta contundente reaparición de CFK en la política representa un arma de doble filo, tanto para los peronistas como para el oficialismo. Si bien la ex mandataria tiene un gran renombre y es una líder indiscutida dentro del partido, trae consigo una imagen negativa indudablemente alta. Adicionalmente, esta candidatura profundiza las rispideces entre La Cámpora, agrupación liderada por Máximo Kirchner, y el Partido Justicialista. Esto se debe a un cierto temor por parte de algunos miembros del PJ de que el partido quede reducido a una mera expresión de La Cámpora.
Ante esta posibilidad de un cambio rotundo en la política argentina, con el retorno de Cristina Fernández de Kirchner a un rol visible dentro del cuadro político, sólo queda preguntarnos: ¿Qué implicancias tendrá esta candidatura en el proceso de reorganización del peronismo? ¿Debería preocuparse el gobierno actual, de cara a las elecciones de medio término, ante el resurgir entre las llamas de CFK? ¿O acaso será esta movida favorecedora para el partido del presidente Javier Milei?
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