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ISRAEL - HEZBOLLAH: UNA TENSIÓN MÁS Y VAN...

Foto del escritor: Santiago López MicossiSantiago López Micossi

Por: Santiago López Micossi


La relación entre Israel y Hezbollah ha sido tensa desde la formación de este grupo en la década de 1980, durante la Guerra Civil Libanesa. Hezbollah, respaldado por Irán, se ha enfrentado en varias ocasiones con Israel, siendo la guerra de 2006 el conflicto más destacado. Este conflicto causó una destrucción significativa en el sur del Líbano y el norte de Israel y, desde entonces, las hostilidades han persistido con ataques de cohetes y misiles por parte de Hezbollah hacia Israel y como respuesta a esto, represalias israelíes. Los episodios de las últimas semanas no escapan a esta seguidilla de actos y represalias: Hezbollah ejecutó un ataque con misiles sobre diversos objetivos en territorio israelí como una aparente venganza tras el asesinato de un oficial de alto rango, Fuad Shukr. Israel, en tanto, interceptó la mayoría de esos misiles gracias a la Cúpula de Hierro, su sistema de defensa aérea. Sin embargo, la agresión sirvió para caldear aún más la frágil situación.


En medio de estas tensiones, se han realizado esfuerzos diplomáticos para evitar una escalada mayor. La ONU y la Unión Europea han llamado a ambas partes a evitar acciones provocativas y a buscar soluciones a través del diálogo. Por otro lado, Estados Unidos ha desempeñado un papel activo en tratar de mediar en la situación, ejerciendo presión sobre Irán para que modere su apoyo a Hezbollah y facilitando el intercambio de mensajes entre las partes involucradas. Sin embargo, estos esfuerzos probablemente sean en vano, dado que la falta de confianza entre Israel y Hezbollah, combinada con la influencia de actores externos como Irán, complica cualquier acción diplomática.


Un elemento crucial en el actual estado de tensión es el flujo de armas hacia la región, siendo Irán el principal proveedor de tecnología militar de avanzada para Hezbollah, lo que incrementó la capacidad ofensiva del grupo. Por otro lado, Israel históricamente recibió apoyo militar continuo de Estados Unidos, que en esta oportunidad incluyó la asistencia técnica cada vez más sofisticada para mejorar la Cúpula de Hierro. Este apoyo refuerza la posición defensiva de Israel, pero también podría interpretarse, por parte de Hezbollah y sus aliados, como una escalada, complicando los esfuerzos por enfriar el conflicto.


En otro aspecto, el aumento de las hostilidades ha llevado a algunos países a reconsiderar su presencia diplomática en la región. Ante la incertidumbre sobre la estabilidad general de la zona ya mencionada y como medida preventiva, algunos países como Argentina o el Reino Unido han aconsejado a sus ciudadanos en el Líbano que abandonen el país ante la posibilidad de una rápida escalada bélica. 


Las perspectivas de una solución pacífica entre Israel y Hezbollah son inciertas. La complejidad del conflicto, alimentada por factores históricos, políticos y religiosos, representa un desafío significativo para los esfuerzos de mediación. Sin embargo, la comunidad internacional debe continuar comprometiéndose con encontrar una solución diplomática, ya que un conflicto prolongado podría tener repercusiones más amplias y no ceñirse únicamente al Medio Oriente.


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