top of page

ASIA VUELVE A SALTAR LAS ALARMAS EN WASHINGTON

Foto del escritor: Catalina AlboresCatalina Albores

Por: Catalina Albores


Una nueva confrontación en el Mar del Sur de China despertó las alarmas de Washington. China y Filipinas se culparon mutuamente por un enfrentamiento que surgió entre un pequeño barco filipino, que buscaba abastecer a sus soldados, y buques de la Guardia Costera China, en las Islas Spratly, donde ambos países mantienen disputas por la soberanía. Este evento ocurrió tan solo dos días después de que entrara en rigor una regulación que permite a los barcos militares chinos incautar navíos extranjeros y detener su tripulación hasta 60 días sin juicio previo. También, el presidente filipino advirtió que el asesinato de cualquier ciudadano en manos de otro país sería muy parecido a un acto de guerra. Pero, ¿por qué es tan importante esta zona y cómo involucra a Estados Unidos? 


El Mar Meridional de China es una zona en disputa desde hace ya muchos años y por varias razones. Económicamente, no solo es una fuente de hidrocarburos y de recursos pesqueros que generaría grandes aportes en términos de seguridad alimentaria y energética, sino que su importancia radica en ser una vía crucial para el comercio mundial, por donde transita más del 60% del tráfico marítimo global. Por otra parte, hay que destacar también su importancia geoestratégica militar. Los países de la región buscan reivindicar su soberanía sobre el mar contiguo a sus tierras para garantizar la seguridad de sus costas, protegerse de bloqueos comerciales y proyectar su poder militar. Es así como, desde hace muchos años, hay reclamaciones territoriales y marítimas por parte de seis países: China, Taiwán, Filipinas, Vietnam, Malasia y Brunéi. 


Las disputas han ido en crecimiento debido al aumento del poder militar y económico de los países involucrados. China, potencia en crecimiento, reclama un territorio extenso delineado por la “línea de nueve puntos” argumentando la existencia de poblaciones chinas y utilizando antiguos registros de navegación. Pero estas pretensiones fueron rechazadas por el resto de los países. Filipinas mantuvo una disputa por las islas Spratly en el Tribunal de Arbitraje de la Haya, que invalidó los argumentos chinos por ir en contra de la Convención sobre el Derecho del Mar de las Naciones Unidas (UNCLOS). Últimamente China optó por fortalecer su poder militar en la costa, hostigando otros navíos extranjeros y construyendo islas artificiales. 


¿Cuál es el rol de Estados Unidos? Filipinas fue colonia estadounidense hasta 1946 y ambos mantienen desde 1951 un tratado de defensa mutua, al cual se aferra. Estados Unidos proclamó su apoyo a Filipinas y condenó las acciones de escalada de China. Pero, ¿qué hace Washington defendiendo áreas tan lejanas? En primer lugar, y desde una perspectiva institucionalista, Estados Unidos busca la libre navegación y el cumplimiento de las leyes y el orden internacional, que defienden el principio de igualdad entre los Estados. Todos los involucrados, a excepción de China por sus aspiraciones y Taiwán por su condición especial, justifican sus reclamos a partir de lo establecido por la UNCLOS y el derecho internacional. Por otra parte, desde una perspectiva más realista, esta alianza con Filipinas asegura la influencia y la protección de los intereses de Washington sobre Asia, le permite mantener bases y unidades en el área, y limita la proyección del poder de China. Así, Washington permanece en la región justificando ser garante de la estabilidad en ella. 


Para muchos, estas acciones de escalada por parte de China buscan testear los límites del apoyo estadounidense, teniendo en cuenta la retirada de tropas en varios frentes internacionales para enfocarse en sus intereses directos. Sin embargo, hace ya un tiempo, China ocupa el centro de las discusiones en Washington y forma parte de sus intereses directos. Desde Barack Obama la política internacional estadounidense tomó un giro y colocó sus ojos en Asia con su política de “rebalancing” y continuó con la administración de Trump a partir de los  grandes intereses económicos en la región, por ejemplo, con la industria de los semiconductores. El crecimiento económico de Beijing en esta década fue muy impresionante, pero con la “guerra comercial” entre ambas potencias, China ve su derecho al desarrollo y sus intentos por expandir su esfera de influencia hostigados por Estados Unidos. Este mismo año Xi Jinping advirtió a Estados Unidos que no debe intervenir en sus asuntos internos y cruzar las “líneas rojas”.


Queda por observar atentamente si esta escalada seguirá en aumento, si China continuará con esta tendencia expansionista y cuál será la política que adopte Washington en general y los candidatos a presidente en particular ante este escenario conflictivo. Mientras, los Estados vecinos de China observan atentamente, demandan el apoyo de Estados Unidos y también adoptan una política militar firme. 


17 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Commenti


bottom of page