ENTREVISTA A UNA MOZABIQUEÑA
Por: Delfína Camorati
Las calles de Maputo, capital de Mozambique, han estallado en protestas y represión tras las elecciones presidenciales del 9 de octubre. Las acusaciones de fraude electoral contra el partido oficialista Frelimo, en el poder desde la independencia en 1975, han llevado a la población a exigir democracia y cambio. En medio de varios homicidios de miembros de la oposición y el incumplimiento de los estándares democráticos señalados por la Unión Europea, la situación es más compleja de lo que parece. A continuación, una estudiante de ciencias políticas mozambiqueña compartirá su perspectiva sobre la situación actual en Maputo y las experiencias que han marcado su vida.
¿Qué pasó esta última semana de octubre? ¿de qué se trata la protesta?
—Las elecciones presidenciales fueron el día 9 y los resultados se conocieron el 24 de octubre. Tardaron mucho en divulgarlos, por lo que se habla de fraude. La protesta empezó con el candidato de la oposición, Venacio, del partido Podemos; pero las personas ya estaban cansadas, por eso hay muchos manifestantes. Es la primera vez que pasa.
He visto que, si bien es una manifestación pacífica, hay mucha violencia por parte de la policía, que dispara a los civiles con armas de fuego.
—Sí, me pone triste. La policía tiene que garantizar el respeto por los derechos constitucionales, como el derecho a la manifestación. No todos son malos, algunos ponen su vida en riesgo para mantener la paz y la seguridad nacional. Y aunque es responsabilidad de Frelimo, partido en el poder, también es una cuestión moral de la policía, porque la Constitución habla del derecho a la desobediencia. Si una orden pone en causa mi ética, me pone en riesgo como persona; entonces puedo desobedecer. Quien toma la última acción es la policía.
¿Cómo reacciona la gente ante tanta violencia? Guerras largas, como la guerra civil y la guerra entre Frelimo y Renamo (partido militarizado) en 2021. También en cuanto al movimiento yihadista en el norte. ¿Tienen miedo?
—Bien, hasta yo tengo miedo de la guerra.
—Yo no estoy en Mozambique, pero me pone triste y me preocupa. Por ejemplo, con el tema del Islam, Cabo Delgado es uno de los lugares menos seguros de Mozambique. La población siempre sale sufriendo porque no se puede caminar, no se puede trabajar; en cualquier momento los insurgentes pueden atacar. Como estudiante de ciencias políticas apelaría por el diálogo; la violencia siempre va a generar más violencia. Y además, es peor porque luchamos contra nosotros. Luchar contra tu hermano para mí es muy triste.
¿Le tocó a tu familia vivir la guerra civil? ¿Y a vos la del 2021?
—A mí me tocó el conflicto entre Renamo y Frelimo. En una de las ocasiones, viajé y las calles estaban muy complicadas, porque había muchos militares de Renamo; tuve mucho miedo. Fue mi primer viaje en auto; tardé dos días y con mucha inseguridad. No se puede confiar en las personas enojadas con el partido y el poder. Muchos civiles murieron en estas guerras. Eso es siempre angustiante; es el futuro de una persona, de una familia; podría ser la persona que se iba a destacar en la familia y se fue. La guerra siempre va a ser en contra del desarrollo de cualquier país. Para mí, la guerra no, porque no nos ayuda. Tenemos que unirnos y luchar por un Mozambique mejor.
¿Consideras tu país democrático, teniendo a Frelimo en el poder hace 50 años?
—Democracia significa respetar la voluntad del pueblo. Entonces, es democrático hasta que se pruebe que hay fraude. En general, la oposición (Renamo) nunca fue muy fuerte, su líder no tenía mucha buena fama. Crecí sabiendo que era una persona mala. Las personas que nos enseñaron eso, algo sabían. Yo viví la guerra también, lo que vi en las calles era realmente violento. Desde esta perspectiva, Frelimo ganó democráticamente. Ahora se pone en discusión porque hay un nuevo líder de la oposición muy fuerte. Pero antes, yo diría que no.
¿Está la gente interesada en la política? ¿Qué se escucha en Mozambique?
—En mi opinión, lo que le importa es tener mejores condiciones. Si es Frelimo, Podemos, Renamo; lo que importa es que el país se desarrolle, que las cosas cambien para mejor. Porque tenemos muchos recursos naturales que se pueden aprovechar. Para mí, no está perdido.
—Lo que no les gusta a las personas es que unos se tornen cada vez más ricos y otros cada vez más pobres. Por eso hay manifestaciones. En estas elecciones hubo muchos cambios, hay más jóvenes intelectuales que se preocupan por la política. Es un avance, solamente así el país mejorará; con personas que piensan diferente, que generen algún debate.
¿Cuál es tu objetivo estudiando esta carrera?
—Yo cursé contabilidad y auditoría en Mozambique, pero al ver la situación del país… Creo que se necesitan más personas calificadas para resolver estos conflictos, diplomáticos. Entonces, el principal objetivo es que me reciba y vuelva a Mozambique. No me encantaba leer mucho, pero como mozambiqueña tengo la obligación de hacer algo para que mi país se desarrolle. Es la forma que encontré de ayudar, de mostrar que Mozambique es un país, Mozambique existe y hay personas con mucho talento en Mozambique. Algunos compañeros ahora me comentan muchas cosas de mi país, se preocupan más de saber qué pasa ahí; es una motivación para continuar estudiando, lo siento como una misión cumplida.
La sombría situación de Mozambique contrasta con la resiliencia y la luz de su gente. La voz esperanzadora de la estudiante frente a tanta violencia es un recuerdo de lo que puede lograr el amor por la patria, y lo que es dedicarle su vida a ello. Al grito de a luta continua, se vela por el desarrollo y el cese de violencia en este hermoso país.
Mis más sinceros agradecimientos a la entrevistada, que decidió mantener el anonimato.
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