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CONTROVERSIAS EN LA GANADERÍA POR UNA VACUNA

Foto del escritor: Christian GaunaChristian Gauna

El gobierno toma medidas que generan opiniones cruzadas en el sector ganadero. ¿Alivio a la producción o semillas de discordia dentro de uno de los sectores más fuertes políticamente?


Por: Christian Gauna


Tras el triunfo del outsider Javier Milei, el sector agroproductivo elevó sus expectativas. Es de público conocimiento que la burocracia estatal, combinada con la alta presión fiscal e impositiva, la mayoría de las veces embarra al agro con trámites, papeles y costos que lejos de procurar eficiencia, entorpecen y opacan el trabajo de los productores. Es por este motivo que casi unánimemente el campo pidió a gritos motosierra a impuestos y trámites. 


Estamos casi a mitad de año y la vacunación antiaftosa se encuentra en el centro de las controversias para el sector ganadero. ¿Qué es la aftosa? Es una enfermedad viral que afecta, entre otros, al ganado bovino, emblema de la producción nacional. Tener un estatus sanitario “Libre de aftosa” es fundamental para la exportación de carne y para el posicionamiento del producto nacional en nuevos mercados mundiales, ya que se aumenta la confianza en los consumidores y la seguridad en alimentos de calidad e inocuidad. Quien otorga estas licencias es la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que es la máxima autoridad a nivel mundial en materia de sanidad animal.


Nuestro país cuenta con dicho estatus desde el 2007, ya que en años anteriores se había perdido por diversos focos que azotaron a todo el cono sur. He aquí la importancia de la ejecución del “Plan Nacional de Erradicación de la fiebre aftosa” impulsado y controlado por SENASA en su resolución 5/2001.  El origen de las controversias comienza a principios de abril cuando el vocero presidencial, Manuel Adorni, anuncia en sus habituales conferencias que: “Se modificará la dosis de la vacuna aftosa para el ganado bovino para que pase de ser tetravalente a bivalente. Es un beneficio para 200 mil productores que ya no van a depender del precio de un solo laboratorio y van a tener un costo menor”.


Este anuncio se dio en respuesta a diferentes productores que desde comienzo de año reclamaron por el aumento significativo del valor de las dosis para la campaña de este año poniendo en jaque a la producción. La Federación Agraria Argentina (FAA) fue la primera en canalizar el reclamo a la mesa de enlace y esta emitió un comunicado que llegó al congreso. 


¿Qué significa que la vacuna sea tetravalente o bivalente? Indica para cuántas cepas es efectiva. La tetravalente actúa contra cuatro cepas, una de ellas es la que hizo estragos sanitarios en el 2001, cuando la producción sudamericana se encontró bajo la lupa por un foco regional importante. La bivalente actúa contra dos y no es eficiente contra dicha cepa. 

Aquí comienzan las divisiones entre los que opinan que es necesario abrir el mercado a las bivalentes para bajar los costos, que valen u$s 0.50 (sin distribución y aplicación) contra u$s 2 de las tetravalentes (incluida distribución y aplicación) y los que afirman que esa medida sería peligrosa para el estatus sanitario del país. 


Si miramos a los países vecinos, la mayoría usa las vacunas bivalentes sin inconvenientes y, desde el 2005 a la fecha, no hubo focos que pusieran en peligro a la región. Por el contrario, en Argentina usamos la ya famosa tetravalente producida por el laboratorio Biogénesis Bagó, que domina el mercado y fue acusada por funcionarios y políticos de cartelización. 


Aquí no terminan las polémicas. En los últimos días, Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), en una nota al Canal Rural expresó que la institución está de acuerdo con que el productor elija con quién aplicar las vacunas, ya que  SENASA delega el control y la vacunación a diferentes fundaciones integradas por productores y veterinarios encargados regionales de llevar adelante las campañas sanitarias. 


La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) salió al cruce con un comunicado en sus redes sociales donde afirman que “frente a declaraciones de dirigentes que promueven desandar el sistema de vacunación antiaftosa implementado por el SENASA y ofrecer la posibilidad de vacunación por parte de los productores, que se trataría de un regreso al fracaso pasado poniendo en peligro nuestro estatus sanitario”.


Con esta ola de dimes y diretes entre diferentes instituciones del sector agropecuario hay algo que está muy claro: no se están usando los canales internos de comunicación y debate para fijar, como sector, una posición firme y fuerte que por una parte sea la mejor tanto sanitaria como  económicamente hablando y, por otra, que no deje al sector con grietas internas que sólo vulneran a las instituciones y a los productores. 


¿Los anuncios del gobierno buscan un impacto mediático o la solución a problemas históricos estructurales? Seguro que ambas, pero estas controversias solo encienden las alarmas de los consumidores de nuestra carne argentina alrededor de todo el mundo.



Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión de la Revista Conciencia Política y/o de la Pontificia Universidad Católica Argentina.


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