Por: Candela Clapcich
La figura de Diana Mondino, Ministra de Relaciones Exteriores, se encuentra en una posición de notable debilidad tras la decisión del Presidente Javier Milei de excluirla de la delegación que asistirá a la cumbre del G7 en Italia. Además, se le ha recortado una función clave dentro de su cartera, trasladando la Agencia de Promoción de Inversiones, anteriormente bajo su jurisdicción, a la Secretaría General de la Presidencia, ahora controlada por Karina Milei, hermana del Presidente.
El traspaso de la ex Fundación Exportar, actualmente conocida como la Fundación Argentina para la Promoción de Inversiones y Comercio Internacional, a la Secretaría General de la Presidencia marca un movimiento estratégico en la administración. Según el Decreto 511/24, esta decisión responde a “razones de gestión” que justifican la reestructuración de la distribución de competencias, argumentando que dicha modificación es “impostergable para la gestión de gobierno”. Este cambio refleja una consolidación de poder en manos de Karina Milei y un claro debilitamiento de la Ministra Mondino.
Karina Milei, quien ya ejerce una influencia significativa como Secretaria General de la Presidencia, asume ahora el control de una entidad crucial para la promoción de inversiones y exportaciones. Esta decisión, aunque justificada públicamente como una medida de eficiencia administrativa, muestra una tendencia de acumulación de poder dentro del núcleo cercano al Presidente. Fuentes gubernamentales han destacado que esta reestructuración es solo el inicio de una ofensiva más amplia sobre diversas áreas del gobierno.
La exclusión de Diana Mondino al viaje del G7 ha sido minimizada por el entorno presidencial, aduciendo que el cupo máximo de acreditaciones establecido por la cumbre es de cuatro representantes por país. Sin embargo, observadores políticos interpretan esta decisión como una consecuencia de varios tropiezos en la gestión de Mondino y una creciente insatisfacción de su desempeño. Entre los incidentes que han erosionado su posición se encuentra una desafortunada declaración tras su visita a China, donde afirmó que “los chinos son todos iguales” y generó un considerable desgaste de su imagen.
Cabe mencionar que no es la primera vez que el gobierno de Javier Milei enfrenta controversias por reestructuraciones y cambios en su gabinete. La reciente situación con el ex Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y la transformación del Ministerio del Interior en una Secretaría bajo el ámbito de la Jefatura de Gabinete son ejemplos de una tendencia hacia la centralización del poder. Es evidente que los constantes cambios en la administración de La Libertad Avanza no solo reflejan una reestructuración estratégica, sino que también una inestabilidad interna que puede socavar la cohesión y efectividad del gobierno. Cada reestructuración tiene el potencial de generar incertidumbre tanto dentro de la administración como entre los actores internacionales, afectando la percepción de estabilidad y previsibilidad que es crucial para la atracción de inversiones y la formulación de políticas coherentes.
El reacomodamiento en la estructura de gobierno y la exclusión de Mondino del G7 no son aislados. Fuentes cercanas a la administración han señalado que este es solo un paso más en una serie de cambios que podrían continuar afectando otras áreas de la Cancillería. La Ministra Mondino ha sido objeto de críticas por su manejo de relaciones clave, incluyendo sus acercamientos con China y Brasil, así como su gestión con la comunidad islámica en Argentina, que culminó en un desencuentro con el Presidente.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, ha intentado desestimar las especulaciones sobre una fractura entre Milei y Mondino, argumentando que la decisión de no incluirla en el G7 se debe a limitaciones logísticas, y no a un conflicto personal. No obstante, la exclusión de Mondino contrasta con la práctica habitual de que los Presidentes asisten a este tipo de cumbres acompañados por sus Ministros de Relaciones Exteriores, lo que refuerza la percepción de una decisión política más profunda.
En el ámbito internacional, la transferencia de la Agencia de Promoción de Inversiones y Comercio Internacional a la Secretaría General de la Presidencia también plantea desafíos. La capacidad de esta agencia para atraer inversiones dependerá en gran medida del apoyo y la cooperación de las embajadas argentinas, lo que requerirá un esfuerzo coordinado que aún está por verse cómo se implementará bajo la nueva estructura.
La situación de Diana Mondino refleja un momento de reconfiguración política dentro del gobierno de Javier Milei, con una clara tendencia hacia la centralización del poder en torno a la figura de Karina Milei. Este movimiento no solo debilita a la Ministra de Relaciones Exteriores, sino que también reconfigura el panorama institucional y diplomático de Argentina, cuyas consecuencias se desarrollarán en los próximos meses. La eficacia de estas medidas y su impacto en la política exterior y económica del país será observada con atención tanto a nivel nacional como internacional.
¿Crees que el gobierno mantendrá a la Ministra o seguirán los cambios?
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