Por: Luca Martin
Suecia era reconocida mundialmente por ser un país muy rico, desarrollado, con excelente calidad de vida y, sobre todo, por ser muy seguro y pacífico. Incluso figuraba como uno de los países más pacíficos del mundo. A pesar de esto, en los últimos años, tuvo una de las tasas más altas de muertes por armas de fuego en Europa, mientras que la calidad de la educación disminuyó en general.
Sin embargo, lo que más preocupa a los suecos es el tema del crimen y la violencia. En septiembre de 2023, la situación llegó al punto de que Suecia se prepara para desplegar a sus fuerzas armadas para hacer frente a la ola de violencia en todo el país. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, afirmó que “Suecia nunca vio nada igual y que ningún otro país de Europa está experimentando algo similar”. Esta situación está impulsada por guerras territoriales entre pandillas, venganzas personales y jóvenes, siendo que la mayoría proviene de comunidades extranjeras de países de África y Oriente Medio, como Siria, Irak, Irán y Somalia.
¿Por qué la idea del multiculturalismo está destruyendo a Suecia? ¿Por qué la inmigración tiene éxito en otros países ricos, pero fracasó aquí?
Antes de la Segunda Guerra Mundial, Suecia era un país lingüística y culturalmente homogéneo. De 1871 a 1940, el número promedio de inmigrantes era solo de 6,000 por año, y la mayoría provenía de Alemania, Dinamarca y Noruega. Sin embargo, en las últimas décadas, la idea del multiculturalismo entró en la política dominante, y empezó a recibir un gran número de refugiados provenientes de fuera de Europa. Esto lo convirtió en uno de los territorios que más inmigrantes no europeos recibe con relación a su población.
A primera vista parece algo positivo, ya que el envejecimiento de la población es un gran problema en Europa. Por un lado, porque hay menos personas laboralmente activas que tienen que mantener a más jubilados. Atraer inmigrantes es una estrategia que usan los países desarrollados para compensar el envejecimiento de la población. Sin embargo, esta estrategia no funcionó bien. Muchos inmigrantes, con capacidad de trabajar, simplemente no trabajan o se encuentran excluidos del mercado laboral y dependientes de la ayuda estatal. El problema es la transición a una inmigración basada en refugiados de culturas muy diferentes; la integración se complicó. Antes, la mayoría de los trabajos eran sencillos, facilitando la integración.
Ahora, con trabajos más complejos, la incorporación de los inmigrantes se ha vuelto más difícil. El mercado laboral actual en Suecia se caracteriza por pedir mayores exigencias en educación, conocimiento de idiomas y experiencia laboral. Cuando un porcentaje de inmigrantes no puede integrarse en la sociedad o el mercado laboral, ya sea por idioma, nivel educativo o cultura, es cuando empiezan a formarse pandillas en las comunidades, lo que acaba aumentando el crimen y la violencia. La ex primer ministro sueca, Magdalena Andersson, declaró en 2022 que "la segregación se ha permitido llegar tan lejos que tenemos sociedades paralelas en Suecia".
Suecia deseaba ser un país inclusivo y multicultural, acogiendo inmigrantes de África y Oriente Medio. Esto acabó con la cohesión social y el pacifismo que lo caracterizaba. Aunque se piensa que los factores externos determinan el número de refugiados que llegan al territorio sueco, este país tiene un gran control sobre esto gracias a su aislamiento geográfico; el territorio linda como Finlandia y Noruega, y está separada del resto de Europa por el mar. El número de solicitantes de asilo en Suecia depende principalmente de la decisión política de relajar la protección y el control fronterizo.
Suecia, con 10 millones de habitantes y generosos beneficios estatales, no puede tener una inmigración poco estricta. Esto crea incentivos para atraer inmigrantes más motivados por la ayuda estatal que por un trabajo. Un país rico como Suecia no puede tener libre inmigración y al mismo tiempo un Estado que prometa a cada residente un cierto nivel mínimo de ingresos, independientemente de si trabajan o no. El gobierno sueco actual está implementando políticas para fortalecer las fronteras y reducir al mínimo el número de refugiados permitidos por la Unión Europea. Esto es a causa de que la mayoría de los delitos ocurren entre los inmigrantes.
A pesar de las políticas restrictivas, el país enfrentará las consecuencias de haber implementado políticas inclusivas durante tantos años. De los 10 millones de habitantes de Suecia, 2 millones nacieron en el extranjero. El mayor número proviene de Siria (casi 200,000) y de Irak (140,000). Estos inmigrantes ya son ciudadanos suecos y pueden votar, lo que les da poder para influir en políticas que beneficien a sus comunidades. Esto significa que Suecia va a tener que luchar contra las consecuencias a largo plazo de sus políticas de inmigración inclusivas del pasado.
Comments