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EL COLONIALISMO FRANCÉS PRESENTE EN PARÍS 2024

Foto del escritor: Federico Guillermo TessariFederico Guillermo Tessari

Por: Federico Tessari


En 1958 asume la presidencia francesa el mariscal Charles de Gaulle, quien establece un acuerdo de descolonización con las futuras naciones africanas y finaliza con la Guerra de Argelia. Sin embargo, esto no significa que Francia haya abandonado África a su suerte. Inició una etapa de neocolonialismo: el dominio se trasladó hacia las sombras, fuera del ojo público. Las décadas transcurrieron hasta la asunción del actual presidente, Emmanuel Macron. Al ser elegida París como la sede de esta nueva convocatoria, y de acuerdo con la historia y la actualidad, las selecciones olímpicas de Argelia y Níger aprovecharon la ocasión para realizar "pases de factura" al país galo, mientras desfilaban sobre el río Sena.


Es totalmente entendible el saludo militar de los enviados nigerinos en la metrópoli gala. Se da a entender que parte del pueblo respalda al presidente de transición. Uno de tantos países amenazados por las cadenas francesas está finalmente saliendo de la decadencia; todavía habiendo un largo camino por recorrer, que claramente requiere del compromiso y esfuerzo de los nigerinos. En adición, el pasado 26 de julio (día de la ceremonia de apertura), la República de Níger celebraba su nueva fecha de independencia, proclamada por el general y presidente de transición Abdourahamane Tchiani, líder de la junta militar que orquestó el golpe de Estado del 26 de julio de 2023.


Para comprender el accionar de los argelinos debemos recordar que el camino a la independencia de la República Argelina Democrática y Popular fue difícil. La guerra de independencia fue llevada a cabo por el Frente Nacional de Liberación, una agrupación de fuerzas secesionistas, contra los fuertes deseos del Estado francés por conservar dicho territorio colonial, entre 1954 y 1962. Este conflicto se destaca por el extremismo de ambos bandos. Igualmente, aquellas rosas arrojadas al río Sena durante la ceremonia de apertura por parte de la delegación argelina recuerdan la Masacre de París en 1961. Durante este suceso, la población argelina protestó en una marcha contra la guerra, siendo reprimidos por los servicios de seguridad locales al ser arrojados al respectivo río. Es, sin duda, apreciable y audaz el gesto de memoria por parte de algunos participantes de este seleccionado realizado en el país anfitrión y perpetrador del incidente.


De acuerdo a la norma 50 de la Carta Olímpica, no está permitido ninguna manifestación política en los emplazamientos olímpicos. Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional no ha emitido algún tipo de sanción contra estas delegaciones. Podría recaer algún tipo de penalización sobre el cuerpo deportivo de Níger por mostrar apoyo político a la autoridad de facto nueva en el país, no obstante, sería moralmente incorrecto castigar a la delegación de Argelia por realizar un gesto en memoria a sus compatriotas brutalmente reprimidos durante los disturbios de aquella masacre.


Durante los dos períodos del actual mandatario han ocurrido diversos hechos que afectaron negativamente su imagen y, claramente, estos “golpes bajos” logran conservar la vigencia del pasado (no tan pasado) colonial francés. Ahora bien, ¿qué postura adopta el actual presidente Emmanuel Macron respecto a este aspecto? El dirigente ha declarado años atrás que nunca se disculparía por el accionar colonial “ya que rompería todos los lazos”. En cambio, ha utilizado dicho pasado como herramienta diplomática, consecuentemente materializando las palabras de sus predecesores, en la reconciliación con las naciones afectadas mediante visitas diplomáticas. “Con demasiada frecuencia se percibe que Francia adopta una postura de supremacía y se viste con los harapos del colonialismo, lo cual ha sido un grave error, una seria falta de la República" (2019, visita a Costa de Marfil). En el caso de Argelia, específicamente, en 2020 el presidente acudió al historiador Benjamin Stora para que escribiese un informe para “elaborar un inventario justo y preciso de la memoria de la colonización y de la guerra de Argelia” (según la presentación del documento) y ha calificado como “crimen de lesa humanidad” el accionar del pasado. No obstante, con respecto a los dominios del Sahel, en lo que va de esta década ya han ocurrido siete golpes de Estado, explícitamente anti-franceses y panafricanistas.


Entonces se concluye que claramente el daño provocado por el colonialismo francés es irreparable, en parte por sus mecanismos y porque se mantendrá vigente, hasta que algún mandatario francés se digne de reconocer las faltas del pasado. A pesar del progreso que signifique la revisión histórica y las manifestaciones por la memoria, deberá abandonar definitivamente cualquier violación de la soberanía de los países, actuando acorde a los principios de las Naciones Unidas y a su posición como miembro permanente del Consejo de Seguridad.

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