Por: Consuelo Pacheco
En el año 1956, la figura de Nasser creció en Egipto y en todo Medio Oriente al rechazar con éxito una invasión de tropas francesas, británicas e israelíes para recuperar para Gran Bretaña el control del Canal de Suez. Desde el partido socialista se funda el Nasserismo, un movimiento nacionalista de tendencia hegemónica en la que incluyó al socialismo árabe y al populismo, donde se resaltaba su carácter reformista y su capacidad para cambiar antiguas estructuras y el impulso de la economía del país, cuya máxima consecuencia fue la nacionalización del Canal de Suez y que conllevó a este enfrentamiento con potencias como Gran Bretaña y Francia.
El nacionalismo árabe nació durante la Primera Guerra Mundial, haciendo caer al Imperio Turco en 1918, luego de más de 600 años gobernando el Levante, Irán, Irak y parte de Arabia Saudita. Se pensaba que sus relaciones internacionales con el panarabismo iban a unir al mundo árabe y que estaba destinado a unirlo en uno solo, pero el Rais al convertirse en uno de los líderes del movimiento de los Países No Alineados, integrado por aquellos que permanecían neutrales en la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, no le fue tan bien como Nasser esperaba. Convencido antiimperialista, dió cobijo a diversos movimientos de liberación del Tercer Mundo y pese a su prestigio, no pudo evitar repetidos fracasos en sus aventuras internacionales, como la efímera unión con Siria o la fallida intervención en la guerra civil de Yemen, que llevó a que muchos árabes en Siria y el Líbano lo consideren como traidor a la causa árabe al firmar la paz con Israel.
En 1967 experimentó una de sus derrotas más humillantes frente a Israel en la guerra de los Seis Días, que haría añicos el sueño árabe de convertirse en una sola nación. En un ataque sorpresa, los judíos destruyeron las tres cuartas partes de la aviación egipcia sin dar tiempo a que los aparatos despegaran de sus bases. Ante el desastre, Nasser estuvo a punto de renunciar a la presidencia pero cambió de opinión ante las manifestaciones masivas en su apoyo. Murió irónicamente luego de todas las críticas, tres años después de un ataque cardíaco. Su entierro convocó a cerca de dos millones de personas y de esta manera, con su desaparición, se esfumaba el sueño panarabista en Medio Oriente. Pero, ¿de verdad desapareció el panarabismo? ¿o en medio de la guerra palestina – israelí, sigue vigente?
Muchos de los países árabes intentan intervenir en el conflicto, pero no están en condiciones para hacerlo, como por ejemplo Siria, en medio de una guerra civil; o países que se niegan a ayudar a los palestinos en este conflicto. Muchos de ellos si han reconocido al Estado palestino, como Argelia, Kenia no lo reconoce, pero ¿están interviniendo realmente?
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