Por: Luca Martin
El día 24 de septiembre de 2024 el presidente de la Nación, Javier Gerardo Milei dió su primer discurso frente a la Asamblea General de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York. Como es de público conocimiento, se trataron temas del “Pacto del Futuro” o “Agenda 2030”, la cual es un plan global adoptado por 193 países, es decir, casi todos los miembros de la Asamblea. Esta agenda propone abordar los desafíos más urgentes del mundo para el año 2030. Estos objetivos tienen un enfoque integral que busca equilibrar el desarrollo económico, social y ambiental para mejorar la vida de todas las personas y garantizar un futuro sostenible.
Algunos de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible son: erradicar la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, igualdad de género, agua limpia, reducción de las desigualdades, entre muchos otros. Sus principios son la universalidad, es decir que se aplique en todos los países del globo, independientemente de su nivel de desarrollo. La integración, los ODS están interrelacionados, lo que significa que el progreso en un objetivo influye en otros. Y la inclusión, "No dejar a nadie atrás" es un principio fundamental, promoviendo la igualdad y la equidad para todas las personas, incluidas las más vulnerables. Entonces, la pregunta que nos debe estar resonando a todos es, ¿por qué entonces el gobierno argentino decidió disociarse del Pacto del Futuro, si los objetivos de la agenda son por los que anhelan las democracias liberales?
El presidente de la Nación en la Asamblea General expresó: “La agenda 2030, aunque bienintencionada en sus metas, no es otra cosa que un programa de gobierno supranacional de corte socialista”. Esta declaración manifiesta la idea de “justicia social” que mantienen los liberales libertarios. A diferencia de otras ideologías de centro o de centro izquierda, los liberales creen que la justicia social a nivel mundial no se obtiene mediante la distribución de la riqueza. Por su parte, las ideas libertarias sostienen que la justicia social, se obtiene generando mas mercado, por lo tanto más competencia, lo que genera más trabajo y finalmente un desarrollo económico óptimo, como expresó Milei en diversos discursos.
Desde la aparición del capitalismo, la pobreza, el desempleo y el hambre no han parado de disminuir sus porcentajes alrededor del globo. Es por eso que justamente, Milei sostiene que para alcanzar un mundo sin hambre, pobreza, e injusticias, la solución no es quitarles capital a la clase media europea o a los países en desarrollo para poder resolver las cuestiones globales. Sino que por otro lado, él apuesta a que los países mas desarrollados tecnológicamente y económicamente desarrollen tecnologías y más riqueza para solucionar estos problemas de una manera más eficaz, no quitándoles a unos para darles a otros.
Cabe destacar otra cuestión técnica que sostienen los liberales es la conocida “Línea de Thatcher”; básicamente lo que propone esta teoría es que es preferible una sociedad con mayor desigualdad pero con altas condiciones de vida, en vez de una sociedad sin desigualdad o en bajo porcentaje, pero con una baja calidad de vida. Por lo tanto, el gobierno argentino apunta a que nuestro país, y el mundo en general, tienda hacia un elevado nivel de vida, a pesar de que esto pueda aumentar los niveles de desigualdad mundiales. Por otra parte, el presidente aprovechó para cuestionar las medidas que esta tomando la Organización de las Naciones Unidas, declarando que: “Pasamos de una ONU que perseguía la paz, a una que le impone una agenda ideológica a sus miembros sobre un sinfín de temas” y destacó también que “en algún momento, la ONU dejó de velar por los principios esbozados de su declaración fundante y comenzó a mutar”.
Para entender estas declaraciones, debemos remontarnos a los catorce puntos del expresidente Woodrow Wilson, uno de los creadores de esta organización mundial. Dentro de estos catorce puntos se destacaban: cooperación internacional, libre comercio, mantenimiento de la paz, diplomacia abierta, entre otros. Milei, por su parte cree que estos principios no estan siendo cumplidos, o mejor dicho, las propuestas de la organización no están dando resultados.
En conclusión, la Argentina paso de ser un país neutral en temas internacionales, a posicionarse del bando de las democracias liberales ocidentales. A pesar de que en ciertos temas, como es este caso, existan ciertos rechazos a las ideales propuestas de la ONU, por parte del gobierno nacional. Este análisis nos lleva a preguntarnos ¿Cómo va a afectar esta decisión a la política exterior de la Argentina? ¿Podrá Milei atraer inversiones, alineándose a políticas que van en contra del mundo?
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