En los frentes electorales, las alianzas son una pieza clave, especialmente en la estrategia de Juntos por el Cambio (JxC). Estas alianzas han permitido ampliar la base electoral, acceder a estructuras partidarias con tradición territorial y presentar una imagen de unidad frente a un electorado que busca alternativas al peronismo. Con los años, las alianzas dentro del frente han evolucionado y enfrentado desafíos internos, reflejando la complejidad y diversidad de los actores involucrados.
Para las elecciones de 2015, el macrismo sumó apoyo formando el Frente Cambiemos, que incluía a Propuesta Republicana (PRO), la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica ARI. Esto posibilitó que Mauricio Macri llegara a la presidencia, venciendo a Daniel Scioli del Frente para la Victoria. Estas alianzas se mantuvieron y ampliaron la bancada “amarilla” en el Congreso en las elecciones legislativas de 2017.
En 2019, el escenario cambió. La opinión pública favorecía al candidato kirchnerista Alberto Fernández y a su vice, Cristina Fernández. Esto llevó a la incorporación de figuras previamente ligadas al kirchnerismo, como Miguel Ángel Pichetto, quien fue el compañero de fórmula de Macri. Además, el frente cambió su nombre a JxC en un intento de renovar su imagen tras las modificaciones internas.
Tras la derrota en 2019, las alianzas dentro de JxC enfrentaron tensiones crecientes. Las diferencias en torno a la estrategia y los liderazgos se hicieron más visibles, especialmente con la aparición de nuevas figuras dentro del PRO y la UCR que cuestionaron la dirección del frente.
En 2023, con la decisión de Macri de no postularse nuevamente como candidato a presidente, surgieron disputas por el liderazgo del movimiento. Las ambiciones presidenciales de figuras como Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y los líderes radicales como Gerardo Morales, generaron competencias internas que, aunque mostraron diversidad, también evidenciaron dificultades para unificar un mensaje claro y cohesionado.
Desde 2019, surgieron nuevas figuras políticas como Javier Milei y José Luis Espert, ambos de perfil liberal. Juntos por el Cambio ha intentado incorporar nuevas figuras y partidos de centro-derecha para ampliar su espectro electoral, aunque este movimiento ha sido un equilibrio delicado para no diluir la identidad original de la coalición. Espert, por ejemplo, fue candidato a senador por la lista de Rodríguez Larreta en la interna, que finalmente, favoreció a Patricia Bullrich.
JxC enfrenta un problema significativo de identidad, ya que existen sectores que apoyan al gobierno actual de Javier Milei, otros que están en las antípodas, y algunos que varían su postura según las circunstancias. El traspaso de mando del PRO de Patricia Bullrich a Mauricio Macri este año mostró divisiones: Bullrich se ha mostrado fervientemente a favor del gobierno actual, ocupando el cargo de ministra de Seguridad, mientras que Macri busca construir una imagen paralela al gobierno, llamando a votar a favor o en contra de sus legisladores según considere conveniente.
La relación con la UCR no está en su mejor momento. Aunque el radicalismo sigue siendo un aliado clave, las tensiones han aumentado. Existen sectores dentro del radicalismo que piden mayor autonomía y un rol más protagónico, no solo como apoyo, sino como potencial líder del frente. Además, hay rumores de que Martín Lousteau, senador por CABA, podría ser candidato del kirchnerismo el próximo año, ante la posibilidad de renovar su banca.
Por su parte, Rodríguez Larreta, tras no participar en los últimos actos del PRO, lanzó su think tank, Movimiento al Desarrollo (MAD). El exjefe de Gobierno de la Ciudad busca autonomía de Macri y podría actuar fuera del movimiento para 2025.
Los desafíos de cohesión son grandes y urgentes. La diversidad dentro del frente plantea el desafío constante de mantener la cohesión sin perder identidad. JxC se mostró inicialmente como una alternativa al kirchnerismo, buscando incorporar a todo aquel que no quisiera el regreso de los mismos al poder. Sin embargo, las diferencias en la visión económica, social y en la estrategia para lidiar con el peronismo son aspectos que requieren un manejo cuidadoso.
Además, ya no es el único espacio que representa una alternativa al kirchnerismo, como demuestra el triunfo de La Libertad Avanza (LLA), con Milei a la presidencia. LLA se muestra decididamente contrario a los “K” y a algunas fuerzas de JxC, como los radicales progresistas, captando al votante que no deseaba la continuidad del kirchnerismo.
En conclusión, Juntos por el Cambio necesita definir su futuro lo antes posible. Su relación con actores como el oficialismo, los radicales, Macri, Rodríguez Larreta y Bullrich son aspectos clave para entender la confección de las listas para las próximas elecciones. La necesidad de un cambio interno es inminente. Una estructura con casi una década y dos elecciones presidenciales perdidas son señales de debilidad ante los ojos de los votantes.
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