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MI QUERIDA FABIOLA: LA TENDENCIA A LA VIOLENCIA

Foto del escritor: Delfina CerratoDelfina Cerrato

Por: Delfina Cerrato


Tras el descubrimiento de actos violentos de Alberto Fernández contra la exprimera dama, Fabiola Yañez, durante las investigaciones por la causa de corrupción en la contratación de seguros contra el expresidente, ha crecido la discusión en torno a la figura del exmandatario. Particularmente, se lo cuestiona por el hecho de haberse mostrado afín al movimiento feminista de manera pública para luego, presuntamente, agredir a su pareja en la intimidad, hecho que el exmandatario niega rotundamente.

 

A partir de este hecho, se ha generado una gran conmoción en la Argentina, que ha sido acompañada por aportes y declaraciones de repudio por parte de diferentes figuras políticas opositoras a Unión por la Patria, como el actual presidente, Javier Milei, la actual vicepresidente, Victoria Villarruel, y la exgobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. Asimismo, muchos referentes de Unión por la Patria se expresaron sobre el tema, destacándose entre ellos Cristina Fernandez de Kirchner, quien declaró:

 

“Alberto Fernández no fue un buen presidente. Tampoco lo fueron Mauricio Macri o Fernando De La Rúa, sólo por mencionar a los que desempeñaron su mandato en lo que va del siglo XXI. Seguramente la lista sería más larga si extendiéramos la cronología. [...] Las fotos de la Sra. Fabiola Yañez con hematomas en su cuerpo y rostro junto a los chats publicados que revelan el diálogo entre ella y el ex Presidente, no sólo muestran la golpiza recibida, sino que delatan los aspectos más sórdidos y oscuros de la condición humana. [...] La misoginia, el machismo y la hipocresía, pilares en los que se asienta la violencia verbal o física contra la mujer, no tienen bandera partidaria y atraviesan a la sociedad en todos sus estamentos.”

 

Esta nueva causa contra el expresidente trae a colación, a su vez, causas pasadas de violencia contra mujeres dentro del mismo espacio político. Vienen a la mente casos como el del exgobernador y exsenador tucumano, José Alperovich, quien fue acusado en 2019 de abuso sexual y violación contra su sobrina segunda y exsecretaria. El dirigente tucumano fue condenado hace aproximadamente dos  meses a 16 años de prisión por “abusos sexuales graves, maltratos y degradación”  contra su sobrina reiteradas veces durante un lapso de dos años. 

 

Otro caso similar es el de Fernando Espinoza, actual intendente de La Matanza, quien fue denunciado y procesado por abuso sexual contra su exsecretaria. Según cuenta la víctima, Espinoza se “auto invitó” a su casa al segundo día de haber comenzado a trabajar para él. De la tercera vez que fue a su casa a cenar cuenta que:

 

“Me dijo que tenía una contractura y que estaba adolorido. Le ofrecí un ibuprofeno y me dijo que no. Me preguntó si sabía hacer masajes y le dije que no, fue incómoda la pregunta [...] Cuando volví de buscar agua, se había desabotonado la camisa. Apoyé la jarra en la mesa ratona y fue todo muy rápido, no lo quiero recordar, fueron segundos donde me avasalló mucho. ‘Tranquila’, me dijo, sabía que algo iba a pasar. Empezamos a forcejear y me llevó a la fuerza a la habitación.”

 

Por esta causa, Espinoza, quien negó los cargos, fue embargado con la suma de un millón quinientos mil pesos y se ordenó la prohibición del contacto con la denunciante. De todos modos, según cuenta la víctima, el hostigamiento persiste a través de funcionarios de La Matanza enviados por el intendente. Adicionalmente, el miércoles de esta semana en la Cámara de Diputados se llevó a cabo una votación para repudiar a Espinoza, la cual no resultó exitosa debido a que no alcanzó los dos tercios de los votos requeridos.

 

Resulta evidente que los casos de violencia de género dentro de la política son más comunes de lo que uno creería y que no todos son tratados de la misma manera. Esto lleva a preguntar el porqué del repudio y la mediatización selectivos. Si bien es completamente entendible que una denuncia de este tipo reciba más atención de la población cuando se trata de un expresidente que de un intendente, por ejemplo, todas las situaciones de violencia son graves e inaceptables. Por lo tanto, todas las víctimas tienen derecho a ser escuchadas y tratadas justamente.

 

Por último y lo más importante, debemos preguntarnos ¿por qué dejamos que estos casos se sigan multiplicando? ¿Cómo podemos prevenirlos? ¿Qué debemos corregir a futuro como sociedad para que personas violentas no lleguen y se mantengan en el poder como sucede en la actualidad?

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