Por: Pedro Cavallero
Las elecciones presidenciales del 2023 quedarán para la historia. Una nueva fuerza, a la cual nadie tenía fe, emergió y se declaró ganadora; Javier Milei se impuso ante el candidato peronista por Unión por la Patria, Sergio Massa.
El discurso del ganador se basa en cuestionar efusivamente a “la casta”, que según Javier Milei, son los distintos políticos de otros partidos que llevan años en el Estado. De este modo, la gente se siente representada, en su mayoría, debido al gran descontento actual con la política por la mala situación del país. La división de Juntos por el Cambio y la pérdida de votantes por parte del peronismo, sumados al golpe inesperado de los comicios generarían una oposición sin rumbo ni líderes. Situación conveniente únicamente al mismo presidente; sus errores pesan menos si nadie claro se los echa en cara, además la falta de representantes hace que parezca que no haya otra alternativa que el rumbo actual.
La división de JxC terminaría con un PRO que apoya y sigue a Milei, dando la sensación de ser lo mismo que LLA, mientras que la UCR se mostró más alejada del oficialismo pero dispuesta a negociar con este. El tratamiento de la Ley Bases es un claro ejemplo ya que las negociaciones con este partido dejarían varias partes de la ley original afuera a cambio de votarla en el Congreso. Aunque los representantes de este partido tienen diversas ideas la mayoría coincidió, como dijo el senador Luis Juez, en “darles las herramientas que pide a este gobierno” siendo la excepción más conocida la de del Senador Martín Lousteau, que votaría diferente a su partido y mantendría un discurso muy severo y distante con el de Milei y sus medidas.
La principal oposición al gobierno actual es Unión por la Patria. El peronismo se ha llevado una derrota histórica por más de 10 puntos de diferencia en el balotaje, al contrario de los radicales, quienes no se muestran tan dialogadores con el oficialismo. Según ellos, esto es porque desde el gobierno nunca se acercaron a hablar aunque su postura esté muy clara, parece que no buscan dialogar con el bloque de La Libertad Avanza. Entre sus representantes los más conocidos serían Eduardo “Wado” De Pedro, Axel Kicillof, o fuera de los funcionarios, pero con una influencia indiscutida, Cristina Kirchner. El problema que atraviesa ahora UxP es que no pueden mediar con el Kirchnerismo ya que, en palabras de diputados no kirchneristas del sector, estos se encuentran más negados a la actualización del partido, en cuanto dirigentes, y a no hacer autocríticas de la derrota.
Mientras el tiempo pasa, las legislativas de 2025 se acercan y todavía no hay nombres claros para las listas. Dentro del radicalismo Lousteau es el único que sobresale a pesar del problema que afronta; su más reciente escándalo por votar el aumento de la dieta de los miembros del Senado siendo la imagen de este polémico hecho su intento de pasar desapercibido en la votación
Mientras que los integrantes de UxP brillan por su ausencia, ha hecho reiteradas apariciones en redes Guillermo Moreno quien, aunque no comparta partido, adhiere a la ideología peronista y por lo tanto, aparece como un posible candidato de la oposición para futuras elecciones.
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