Se suele argumentar que los sistemas internacionales bipolares, es decir, donde hay dos polos de poder, son más estables. Hoy estamos en un mundo bipolar, y el mismo, es caótico. Mi argumento es que las conclusiones esgrimidas sobre los sistemas bipolares pierden alcance para explicar la realidad que nos acontece, dado que están inspiradas principalmente en lo que fue la Guerra Fría. El escenario de lo que defino como Guerra Tibia es distinto.
Los escenarios de la Guerra Fría
Se pueden enmarcar, a grandes rasgos, tres escenarios en los que transcurrió la Guerra Fría (1947-1989). En primer lugar, había un centro, Europa, donde los límites estaban claramente delimitados. En segundo lugar, había esferas de influencia directa que eran relativamente respetadas. Cuando esto no sucedió, se generaron escaladas, como por ejemplo la crisis de los misiles de Cuba (1962). En tercer lugar, había periferias a disputarse, el caso de la guerra de Corea (1950-53) y la Guerra de Vietnam (1955-75).
La estrategia central de EE.UU durante el conflicto fue la contención. La misma implicaba contener la expansión del comunismo y evitar un enfrentamiento militar directo con la URSS. El ideólogo principal de esta estrategia fue George F. Kennan, quien sostenía que eventualmente el modelo soviético iba a colapsar por razones varias, lo que debía hacer la potencia occidental era evitar su expansión.
La Guerra Tibia
A lo que me refiero con “Guerra tibia” es al conflicto entre EEUU y China. Hay condiciones estructurales que hacen a la guerra tibia más compleja que la Guerra Fría. En primer lugar, el centro del mundo no está claramente delimitado, es Asia Pacifico sin lugar a dudas, pero no hay un muro de Berlín, ni tampoco una cortina de hierro, y además abundan las disputas en el mar de China. En segundo lugar, las periferias continúan con su destino natural de conflictos, con el agravante de que surge una nueva periferia, la europea, con una Europa occidental debilitada. En tercer lugar, lo más importante, no hay respeto por lo que ambos estados consideran como sus esferas de influencia “naturales”. EE.UU aumenta su influencia en Asia Pacifico fortaleciendo sus alianzas estratégicas con países como Japón, Corea del Sur, Vietnam, Malasia e incluso la India. A su vez, China hace cada vez más explícitas sus intenciones de proyección regional sobre “el sur global” y eso nos compete directamente: ¿cuánto tiempo falta para que la interdependencia comercial creciente entre sudamérica y China no se traduzca en alianzas militares?. Pero hay un cuarto factor aún más importante, querer contener a China como se hizo con la URSS es una propuesta insuficiente. El modelo chino, a diferencia del soviético, es sostenible y económicamente exitoso. El modelo chino no va a colapsar o implosionar.
Sudamérica en la Guerra Fría
Sudamérica es una “zona de paz”, pero no siempre fue así. ¿A qué se debe esta definición? La realidad es que nuestra región no siempre fue una zona de paz, sino que durante el siglo XIX tuvimos varias guerras: la guerra del pacífico (1879-83) y la guerra del Paraguay (1864-70) son algunos ejemplos. La Paz en nuestra región se debe principalmente a dos factores: 1 – Una balanza de poder equilibrada entre los distintos estados, y 2 - la presencia de un hegemón regional (EE.UU) que ejerció un rol de control significativo. A pesar de estos factores, tuvo lugar el conflicto, por ejemplo, la Guerra del Cenepa (1995) entre Perú y Ecuador. Ambos factores, se están resquebrajando. La balanza de poder regional se encuentra desbalanceada, y el poder estadounidense se debilita relativamente frente al avance chino en la región.
Por lo tanto, sostengo que el sistema internacional va a ser cada vez más conflictivo. Sin embargo, uso la palabra conflicto y no la palabra guerra. Mitigar las condiciones estructurales presentes es una tarea que los liderazgos políticos de nuestro tiempo necesariamente deben emprender.
Creo que Sudamérica debe trabajar para desarrollar un organismo multilateral que tenga como principal objetivo la cooperación regional en materia de seguridad, el mismo no debe ir en busca de una autonomía ingenua, eso sería percibido como provocativo por al menos uno de los polos de poder, sino que este organismo debería avanzar de manera coordinada con occidente.
Comments