¿POR QUÉ AHORA EE.UU. ESTA EN CONTRA DEL LIBRE COMERCIO Y PRO A LA DESGLOBALIZACIÓN?
- Luca Martin
- 9 sept 2024
- 4 Min. de lectura
Terminada la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos era la fábrica del mundo, tal como lo fue China en las últimas décadas. Sin embargo, desde la década de 1980 Estados Unidos comenzó a centrarse más en la investigación, en el desarrollo y menos en la fabricación de productos. Esto hizo que las empresas comenzaron a contratar y a externalizar su producción para abaratar los costos.
A causa de la entrada de China en el año 2001 a la Organización Mundial del Comercio, en Estados Unidos comenzó a ganar popularidad la idea de que los trabajos en la industria manufacturera debían dejarse a cargo de países menos desarrollados y con menores salarios. De esa manera, el mundo entró en una era de globalización, las exportaciones e importaciones mundiales aumentaron incluso más rápido que el PIB mundial, impulsadas por el rápido crecimiento de China y por la caída de los costos de transporte.
Por otro lado, los países en desarrollo también se beneficiaron porque se crearon empleos y porque las relaciones comerciales con economías avanzadas y sus empresas más sofisticadas facilitaron la transferencia de tecnología. Como resultado, estos países se volvieron más productivos y crearon sectores manufactureros fuertes y clases medias sólidas. Gracias a esto, tanto los países ricos como los pobres se beneficiaron de la globalización y el libre comercio.
Sin embargo, en los últimos años Estados Unidos se ha vuelto radicalmente contrario al libre comercio. ¿Por qué Estados Unidos dejó de apoyar el libre comercio si es tan capitalista? ¿Por qué esa política podría perjudicar a los estadounidenses y a la industria nacional?
Donald Trump llegó a la presidencia de Estados Unidos en 2017 con el eslogan “America First”, es decir, con la idea de imponer aranceles a las importaciones y retirarse de organizaciones internacionales como la Organización Mundial del Comercio. Para Trump el comercio internacional era injusto para las empresas, por lo que una vez como presidente impuso aranceles a las importaciones de China, Europa y Canadá.
En cuanto al comercio internacional, el actual presidente Joe Biden ha continuado relativamente la misma línea proteccionista que inició Trump. La justificación de ambos es que Estados Unidos está perdiendo millones de trabajos debido a que otros países como China, India, México y otros países asiáticos tienen mano de obra más barata. Por lo tanto, miles de empresas están cerrando porque no pueden competir con los menores costos laborales de estos países.
A causa de esto, impusieron aranceles para proteger la industria nacional y promover la creación de empleos manufactureros. Sin embargo, distintos analistas critican ese argumento ya que la tasa de empleo en Estados Unidos en los últimos años ha rondado entre el 3.4% y el 3.8%, lo cuales son niveles muy bajos.
Los sectores mas liberales argumentan que, si bien es cierto que en los últimos años se han perdido empleos en la industria manufacturera, también se han creado muchos más en otros sectores. Realizando un análisis más profundo, estas ideas nacionalistas de proteger la industria nacional y devolver a Estados Unidos los empleos robados por China tiene muy buena respuesta entre los votantes y los medios de comunicación.
Desde el punto de vista económico, no parece tener sentido que Estados Unidos vaya en contra del libre comercio. Por el contrario, desde un punto de vista geopolítico si podría ser más entendible. En los últimos años, Estados Unidos ha adoptado una postura más agresiva frente a China, pero el punto de quiebre se dio por la pandemia, la cual ocasionó la interrupción de las cadenas de suministro en todo el mundo, por lo que el resto del mundo se dio cuenta de lo frágil y peligroso que era depender tanto de China.
Estados Unidos impuso amplias restricciones a las exportaciones a China de equipos de fabricación de chips avanzados que pueden ser utilizados desde la Inteligencia Artificial, hasta las armas supersónicas.
Por otro lado la invasión rusa a Ucrania demostró que depender de un único proveedor de productos energéticos podía dejar vulnerable a todo un continente, así que con el propósito de preservar la supremacía tecnológica, el país norteamericano, por un lado impuso controles a las importaciones e inversiones de China, Rusia y otros rivales militares. Las corporaciones privadas también están cambiando su estrategia y ahora están trasladando su producción a países considerados aliados geopolíticos para eliminar la amenaza de interrupciones en las cadenas de suministro debido a tensiones geopolíticas. De hecho, México ha superado a China como socio comercial número uno de Estados Unidos.
Sin embargo, distintos analistas advierten que estas medidas podrían traer diferentes problemáticas. En primer lugar, los consumidores estadounidenses se podrían enfrentar a precios más altos. Esto es debido a que los aranceles de los productos importados tenderán a subir de precio, por lo que los fabricantes transportadores y distribuidores inevitablemente terminarán trasladando los mayores costos al consumidor, quien acaba pagando un precio más alto. Seguido de esto, con mayores restricciones al libre comercio, la competitividad de los productos estadounidenses disminuye en el resto del mundo. En tercer lugar, cuando se suelen destinar recursos públicos para hacer crecer una industria específica como la de los vehículos eléctricos o la de los microchips avanzados, no se crean puestos de trabajo nuevos sino que simplemente se los traslada de un lugar a otro. Por último, las subvenciones a ciertas industrias y restricciones al comercio podrían afectar la innovación y la productividad.
En conclusión, el proteccionismo puede ser justificable en momentos puntuales de crisis nacional para garantizar el suministro de bienes estratégicos. Sin embargo, algunos argumentan que no es tan justificable cuando los políticos estadounidenses utilizan estas ideas de ir en contra del libre comercio porque están perdiendo cada vez más empleos nacionales.
Bình luận