La tecnología, con sus constantes avances, logra cada vez con más frecuencia que aquellos campos que hace décadas eran poco productivos por limitantes de suelo o clima hoy estén disponibles para la producción agrícola. Esto se da por las nuevas variedades de cultivos que son más tolerantes a adversidades como así también por el desarrollo de insumos más eficientes y de un amplio funcionamiento que se combinan con las maquinarias de punta dando excelentes resultados.
Con esta nueva realidad, la ganadería experimenta desplazamientos hacia la marginalización, poniendo a prueba la capacidad de manejo como también la productividad. Un claro ejemplo de este nuevo paradigma se ve reflejado con la potencialidad ganadera que está tomando el NEA argentino. En parte esto es posible por una combinación de razas sintéticas y pasturas megatérmicas, que desde hace un tiempo está tomando fuerza en el norte argentino y le da pelea a los históricos campos bonaerenses donde la ganadería vio su esplendor.
Si hablamos de producción de carne, las razas estrellas para dicho propósito son las llamadas continentales, estas tienen su origen en Europa. Gozan de características que las hacen ideales para la producción de carne, como buena musculatura, mansedumbre y buena relación de conversión alimento-carne. Estas estrellas, como las Angus o Limousin, en general tienen algunos requisitos para poder expresar su máximo rendimiento, asociados a niveles de confort concatenados con baja tolerancia a diferentes estreses como climáticos, sanitarios o medioambientales.
Por otro lado tenemos las indicas que provienen del ganado Cebú , cuyo origen se encuentra en Asia. Adaptadas a ambientes duros, su genética las ubica como las mejores para producir en ambientes difíciles con altas temperaturas, alta carga parasitaria y pastos de poca calidad. Como es de esperar, esa adaptación merma su capacidad carnicera.
Pero el mismo avance tecnológico del que hablábamos al principio, también mejoró la ganadería y de diferentes investigaciones genéticas surgieron las razas sintéticas. Básicamente son el cruzamiento de las líneas continentales por indicas dando razas como Brangus ( Brahman x Angus) o Braford ( Brahman x Hereford) que combinan las mejores características de ambas dando ejemplares altamente carniceros adaptados para producir en ambientes difíciles.
Si combinamos estas razas con las pasturas megatérmicas, se obtienen excelentes resultados en rinde como en calidad de carne. ¿Qué son las megatérmicas? Son pasturas de origen sudafricano que están adaptadas para producir buena cantidad de biomasa en ambientes con altas temperaturas y suelos con algunas limitantes.
Esta combinación resulta muy atractiva para producir en campos ganaderos del norte del país. Es una oportunidad para seguir potenciando la producción de carne en provincias como Corrientes, Chaco o Formosa.
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión de la Revista Conciencia Política y/o de la Pontificia Universidad Católica Argentina.
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