A tan solo dos meses y medio de la elección presidencial en Venezuela, en la cual se determinará el cambio de ropaje ideológico tanto dentro como fuera de la región, todavía quedan dudas sobre qué está pasando dentro del país latinoamericano, y que peso tiene esta próxima elección entre la oposición actual y el chavismo gobernante.
¿Qué está pasando en Venezuela?
Para entender lo que sucede en Venezuela tenemos que retrotraernos en el tiempo: El 22 de octubre de 2023, la sociedad escogió en las urnas a la exdiputada liberal, María Corina Machado, con un 92% de los votos, para enfrentarse a su rival de la coalición gobernante de izquierda, que eventualmente se confirmó que sería en contra del presidente Nicolás Maduro. Esta elección fue aplaudida a nivel internacional por los principales socios occidentales de Machado como son Estados Unidos, Uruguay, El Salvador y distintos partidos políticos alrededor del mundo.
Pero esta elección para el régimen es considerada nula, ya que la exdiputada se encuentra inhabilitada injustamente por la Contraloría, bajo los cargos de vinculación con un plan para atentar contra la vida de Nicolás Maduro.
Durante meses se empezaron a evaluar las opciones sobre cuál debería ser la posición de la nueva líder de la oposición tras no ser aceptada en la inscripción ante el Consejo Nacional Electoral, órgano aliado de Maduro.
Por supuesto, tal acción no iba a quedar impune. Desde el seno de la coalición se eligió a una candidata que pudiera reemplazarla y que no tuviera motivos por los cuales el gobierno pudiera actuar en su contra. como fue el caso de la académica Corina Yoris, a la que tampoco dejaron inscribirse bajo la tarjeta electoral de la Mesa de la Unidad Democrática, sin motivo aparente. Para evitar que la candidatura quedara vacante debido al cierre de los plazos, se impuso el exdiplomático Edmundo González Urrutia como candidato unitario y contrincante de Madura para la elección del 28 de julio bajo el ala de la líder venezolana.
¿Pero qué representa esto para el pueblo venezolano y para el mundo?
La elección en Venezuela no sólo muestra una luz al final del túnel, ni es únicamente el posible fin de una tiranía y el inicio de un nuevo gobierno. No sólo de expulsar a las mafias del poder y que se haga justicia; esto representa una causa aun mayor que va desde lo espiritual hasta lo moral, como lo es la lucha por la libertad de todos y cada uno de los ciudadanos de una patria oprimida por más de 23 años, que a pesar de que un gran porcentaje no cree en la veracidad de la elección, buscan levantarse y romper las cadenas de la opresión, o en palabras del orador, ministro religioso y activista estadounidense Malcolm X:
“La única manera de hacer frente a la opresión es enfrentarla con poder”
De esta elección y este proceso se pueden rescatar elementos cruciales como la calidad humana de cada una de las personas que día a día luchan por un cambio honesto y transparente, o también a ese pueblo, que no ha logrado gritar con brío su ganas y sed de libertad, pero que gracias a este momento se levantan cada mañana con ganas de salir y hacer todo por su patria, pero principalmente con lo que debemos quedarnos de esta manifestación popular que viene desde hace veintidós años, es el mero hecho de que esta es la recta final y es el último momento en el que se puede decidir qué destino se quiere para Venezuela y lo que podría repercutir en naciones como Cuba, Nicaragua, Rusia, Irán, entre muchas otras.
La región si no se toman las acciones correctas tanto en el ámbito nacional como internacional corren un gran riesgo, porque Venezuela, no solo además de poseer células del narcotráfico, la guerrilla, el terrorismo, entre otras cosas…También se encuentra en riesgos por sus recursos naturales, como lo es el petróleo en tal caso, que le otorga una relevancia estratégica a nivel global y regional en términos de energía. Su ubicación geográfica, en el contexto actual en medio de conflictos internacionales como guerras tanto físicas como de inteligencia, le otorgaría a muchos países una posición estratégica en América del Sur e influencia sobre el comercio, la seguridad y la estabilidad en la región.
Finalmente que si esta elección fracasa y los intentos también, se estimó un éxodo de tres millones de venezolanos en el transcurso del año, lo cual afectaría el nivel demográfico de los países vecinos, ello no solo representaría un caos internacional, sino también un quiebre en la esperanza de millones de familias venezolanas, tanto dentro, como fuera del país: ¿La fe, moverá solo montañas o será capaz de mover a un pueblo completo?
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